La fuerza del P2P

05 mayo 2006
Es el futuro, señores. Esto no lo cambia nadie.

El otro día tuvimos reunión de familia. Ya sabéis, una familia extensa queda para pasar un domingo juntos, comer, charlar y, en definitiva, tener un buen día.
Como no, ahora todo el mundo tiene una cámara digital y las fotos se multiplican como los conejos. Cualquier lugar es bueno para tomar una instantánea. El dedo se calienta y las imágenes se graban en la memoria de la máquina, en riguroso orden, una tras otra... es tan sencillo. Total, si no quedan bien ya las borraré en casa cuando las vea.

Llego a casa. y aligero de peso mi cámara. Las fotos viajan por el fino cable USB a una carpeta de mi ordenador. Las reviso tranquilamente. Esta no. Esta ha salido movida. Demasiado clara. Huy esta, qué chula. Demasiado oscura. Preciosa. Genial. Desenfocada.

En fin que tras la selección fotográfica quiero hacer llegar las instantáneas a los protagonistas, a los que las han hecho posibles, a los que allí salen.
¿Correo electrónico? Uf, un poco rollo. Las cuentas suelen tener límite de almacenamiento y de mensaje. Tendría que confeccionar varios de ellos, llevar la cuenta de fotos subidas...
¿Subirlas a una Web especializada?. Bueh... las hay muy buenas pero el proceso sigue siendo tedioso. Si no la tienes, hay que abrir una cuenta, subir las fotos, mirar si hay límite por día, si se muestran completas, si puedes borrarlas...

Está claro. En unos pocos segundos confecciono un fichero torrent con la carpeta en cuestión, lo cargo en mi Azureus con tracker propio y lo pongo a 'seedear'. Lueg0 distribuyo el torrent a los interesados (apenas 25 KB) en un correo electrónico o por mensajería instantánea y ellos, al recibirlo, lo abren en su cliente bittorrent preferido y a descargar. El torrent tiene toda la información necesaria para descargar las fotos de mi ordenador. Si se corta, no pasa nada, se reanuda la descarga posteriormente. Si coinciden dos o más personas a la vez, mejor que mejor; cuantos más seamos y compartamos, más eficiente se vuelve el protocolo.

Y sin preocuparnos de nada más y sin apenas darnos cuenta, todo el mundo tiene las fotos en su ordenador y disfruta de ellas.

He expuesto el caso de unas fotos, pero démonos cuenta de que cada vez son más los contenidos digitales que hay y lo mismo es compartir tus fotos, tu música, tus libros, tus películas o tus juegos. Es algo que te corresponde a ti, y como siempre has venido haciendo con esas mismas cosas, se los pasarás a quien tú quieras.

Esto es así y no es posible cambiarlo. La tecnología ha dado un vuelco a nuestra vida y los negocios tienen que adaptarse a ella y no al revés (es imposible).

¿A las compañías discográficas y a las sociedades de gestión de derechos de autor no les gusta ese mundo? Pues la vida es dura, ya se pueden ir bajando...



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