El presidente de los Estados Unidos de América, el inefable George W. Bush, firmó el pasado jueves día 5 una ley por la que prohíbe cualquier comentario, noticia o expresión anónima en Internet.todo aquel que utilize cualquier dispositivo o software que pueda transmitir, en todo o parte, comunicaciones por Internet sin divulgar su identidad y con la intención de molestar, abusar, amenazar o acosar a cualquier persona, será multado de acuerdo con el artículo 18 y/o cárcel hasta dos años.
Pensemos, por un momento, en la cantidad de gente que dice lo que piensa porque puede ampararse en el anonimato. Se puede criticar una corrupción anónimamente por temor a represalias, o denunciar cualquier hecho personal en el blog de un diario para no ser identificado y que las iras no recaigan sobre ti. Pues a todos estos indeseables los eliminamos de un plumazo o, cuanto menos, ya no molestarán tanto.
Sí, es cierto que bajo el anonimato también se ocultan hechos reprobables y deleznables, pero no es la solución de éstos cuando de lo que se habla es de la libertad de expresión de las personas.
Siempre jugando con el miedo. Cuando se echa mano del miedo para intentar gobernar es que, o no hay dos dedos de frente o es que de una dictadura (por muy bien camuflada que luzca) estamos hablando.
Por cierto, ¿quién definirá lo que es 'molestar'? Bienvenido a EE.UU., el país de las libertades.
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